Hace millones de años se inició el descubrimiento más importante del hombre: Cómo crear fuego. Durante toda la historia de la humanidad, a partir de ese momento, cocinamos la carne de los animales al fuego y con el tiempo la técnica ha ido evolucionando hasta perfeccionarse al máximo.
Cocinar a la brasa, es sin duda, la forma más primitiva y preferida de comer carne de muchos, sobretodo por el intenso sabor que aporta a la carne, la textura crujiente y la jugosidad de su interior.
Para conseguir un sabor de la carne a la brasa excelente, el secreto reside en el humo. Es el responsable de darle a la carne ese sabor tan apetitoso, pero todo depende del tipo de material que utilicemos para el cocinado.
A continuación vamos a ver más en profundidad los beneficios de cada uno:
Cuando cocinamos carne a la brasa hay que tener en cuenta que no todos los tipos de madera aportan el mismo sabor a la carne. El humo que producen al quemar los troncos de madera es diferente, las sustancias que contienen son distintas y solo algunas son aconsejables utilizarlas para este fin.
Además, existe una diferencia entre las leñas que son recomendables para utilizar con otros alimentos. Por ejemplo, la leña de encina es ideal para cocinar cualquier pescado, arroz y cordero. Por otro lado, la leña de pino aporta un sabor jugoso y sabroso a pescados azules y paellas de carne o verduras. Para el cocinado solo de carnes, una buena leña son los sarmientos de Vid, que ayuda a potenciar el sabor de la carne y con los que consigues una carne espectacular.
Cocinar con carbón aporta muchas ventajas. La primera es que posee mayor poder calorífico lo que nos supone que el cocinado sea más rápido y las brasas duren más tiempo encendidas. Contar con carbón en una barbacoa es sinónimo de facilidad, ya que nos ahorramos el ritual de la madera: primero arder y luego mantener las brasas.
A pesar de ser el método más rápido y seguro, el carbón no posee las mismas sustancias que la madera, aunque no deja de ser una forma muy buena para cocinar la carne.
Ya sea cocinada en leña o carbón, la carne a la brasa es una delicia que muchos no disfrutamos con la frecuencia que quisiéramos. Por eso, cuando queremos disfrutarla de verdad y darle “un homenaje a nuestro paladar” debemos elegir dónde comer la mejor carne a la brasa. En Barcelona, siempre tienes la excelente opción de venir a El Jardí de l’Apat, donde disfrutarás de una deliciosa carne cocinada lentamente en las brasas con el sabor más intenso.
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