Si tienes pensado viajar a Barcelona, no puedes perderte las obras más destacadas de Gaudí que adornan la ciudad. Barcelona está impregnada del arte contemporáneo donde destacan varios artistas a parte de Gaudí, como Miró o Dalí. Es una de las grandes ciudades de España que se debe visitar, no solo por su gastronomía, sino por todo su equilibrio artístico que se presenta en las calles, por sus edificios.
Antoni Gaudí fue uno de los arquitectos que más destacó en el siglo XIX, por su talento en la geometría y el volumen, como su alta capacidad de imaginación permitiéndole recrear sus obras sin necesidad de un plano.
La obra más destacada y valiosa de Gaudí es la Basílica de la Sagrada Familia. Famosa por su forma y curvas donde cada elemento ha sido estudiado minuciosamente y colocado con precisión. Por desgracia, Gaudí murió en un trágico accidente dejando la Sagrada Familia a medio construir. Ha sido protagonista en multitud de visitas, vista por miles de turistas al año y considerada Patrimonio de la Humanidad. Se conoce que, tras 130 años de construcción, sin poseer plano alguno de la propia Basílica, parece ser que su finalización está a punto de llegar. No se sabe con exactitud cuanto tiempo llevará pero sí que la construcción está llegando a su final.
Puede que estemos ante uno de los edificios modernistas más importantes de la época. Actualmente es uno de los edificios más importantes de Gaudí (a parte de la Sagrada Familia).
Caracterizada principalmente por su fachada ondulada, equilibrada y diferente al resto. Exteriormente es una obra que rompe con todas las reglas, dejando de lado todas las líneas rectas austeras para dar paso a un modernismo lleno de movimiento y vitalidad con sus curvas armoniosas que se encuentran presente en todo el edificio.
Esta casa la construyó Gaudí entre 1905 y 1911 para el industrial Pere Milá y su mujer y fue el último edificio del arquitecto en su más pura esencia de la curva dando lugar a la ruptura de esquemas del tiempo.
El parque Güell debe su nombre a Eusebi Güell, rico empresario del siglo XX que amaba las obras de Gaudí.
La idea principal era construir un conjunto de residencias de lujo pero esta idea fue desapareciendo con el tiempo y dio lugar a un parque lleno de vida y movimiento. Nuevamente, en el parque podemos ver las llamativas curvas que predominan en las obras de Gaudí, un bosque de columnas y animales geométricos decorados con trocitos de cerámica de colores. Inspirado por la naturaleza, todas las formas que adornan el parque tienen un valioso significado religioso y político.
Adema, el Parc Güell cuenta con varios restaurantes en la periferia, del que podemos destacar con gran notoriedad es El Jardí de l’Apat donde podrás encontrar suculentos platos. El Jardí de l’Apat será el lugar ideal para coger fuerzas y seguir la visita por Barcelona.
¡Será una experiencia inolvidable!
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