La Noche de Sant Joan es una de las fiestas más tradicionales que se celebra por todo el Levante. En Cataluña, es típico comer esa noche la famosa coca de Sant Joan.
La coca se inventó a partir del aprovechamiento de la masa de pan que no se había hinchado. En vez de desechar esta masa, la cocían azucarándola y sirviéndola de postre. Sin embargo, en la actualidad existen muchas variedades de este producto tanto en dulce como en salado. Según se cree, la palabra “coca” proviene del griego κόκκoç, que significa grano, hueso del fruto, baya, cosa redonda.
Antiguamente, estas tradicionales tortas se llevaban a los panaderos para que las cociesen y poder comerlas en comunidad la noche del 23 de junio. Siempre en el exterior, pues se creía que no se habían de comer bajo techo para no atraer a la mala suerte.
La tradición dice que la coca de Sant Joan debe ser el doble de largo que de ancho, y con finales redondeados. Esta medida conmemora la proporción entre el día y la noche de Sant Joan. Sin embargo, las cocas originalmente eran redondas y con un agujero en medio, según se cree, en recuerdo al disco solar.
Por Sant Joan se venden más de un millón seiscientas mil tortas artesanas en Cataluña, y más de novecientas mil sólo en Barcelona. La variedad más vendida año tras año es la de brioche con frutas y piñones aunque también es muy popular la que lleva chicharrones. La masa de brioche, mezcla con la cual se hace la coca de Sant Joan, se emplea también para hacer más dulces, como el roscón de Reyes. Se puede rellenar de crema y mazapán, e incluso nata y productos más creativos, como crema de queso, fresas o sobrasada. La fruta confitada más habitual con la que se decora la coca son las cerezas, las rodajas de naranja y los trozos de melón.
Antiguamente, se comía acompañada de vino dulce o rancio, pero de un tiempo a esta parte, la coca de Sant Joan se acompaña de cava.
Pero Cataluña no es el único lugar donde se realizan comidas típicas especiales para celebrar el solsticio de verano. En Alicante se come una torta de verduras con atún, en Andorra beben vino caliente con azúcar, canela y piel de naranja y limón, en Baleares consumen albóndigas de ternera, ‘menjar blanc’ y ‘macarrons’, y en Andalucía es típico comer sardinas, jamón, cazuela de San Juan y pericones.
Aunque la gastronomía cambia, lo que todos estos lugares tienen en común es la tradición de encender hogueras, su origen proviene de antiguos cultos paganos al sol, pero también está relacionada con la prevención de epidemias puesto que el fuego alejaba los malos espíritus, sin olvidar la función purificadora de todo aquel que observase ese fuego.
En definitiva, la noche de Sant Joan está rodeada de tradiciones, como es el caso de comer coca de Sant Joan la noche del 23 y ritos que nos acompañan siglos y siglos haciendo que tenga un aura de magia y sea una de las noches más esperadas del año.
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