Sin duda los catalanes celebramos como nadie el día de Navidad, disfrutamos de los barquillos, los turrones, los villancicos y del calor del hogar. Al día siguiente, en el día San Esteve, volvemos a la carga. Pero, ¿por qué es una festividad tan arraigada a nuestra cultura y no se celebra en el resto de España? Acompáñanos a conocer el origen de este día tan especial.
El día de San Esteve es una festividad muy singular que nos liga con nuestro pasado carolingio. En el siglo VIII Cataluña formaba parte del imperio fundado por el emperador Carlomagno y dependía del obispado de Narbona, a diferencia del resto de la península ibérica, que estaba dominada por el pueblo godo. Este choque de culturas hacía que la forma de relacionarse con las familias fuera muy diferente. Podríamos decir que las que estaban dentro del imperio carolingio eran parecidas a clanes, por lo que cuando había algún tipo de festividad había que desplazarse a la casa principal de esta.
La Navidad era uno de estos casos, pues es la fiesta más grande del calendario religioso y conseguía reunir a toda la familia en el mismo lugar. En la Edad Media los medios de transporte eran muy precarios por lo que la gente necesitaba el día siguiente para volver a casa, y es ahí, donde encontramos el motivo inicial de una jornada en la que no se trabajaba.
Y eso no es todo, ya que con esta curiosa tradición también se explica el motivo por el cual en Cataluña encontramos los días de Pascua Florida y Pascua Granada como festivos, siendo tres de las fiestas más señaladas de nuestro calendario cristiano. Además, es una forma de conectar la cultura milenaria catalana con el resto de Europa, ya que, también ha perdurado en los lugares donde existía influencia carolingia, lugares que, con el paso de los siglos se han convertido en los principales estados europeos.
El día de San Esteve también tiene una larga tradición gastronómica, anímate a descubrirla con nosotros.
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