Si lo miramos en un contexto muy amplio, la cocina catalana es, al menos en parte, cocina mediterránea, pero clasificada como mediterránea del norte, ya que, en los orígenes a los que nos remontamos, en el resto de esta costa y por motivos religiosos, tenían prohibido comer dos de los elementos básicos de nuestra cocina: el cerdo y el vino.
La gastronomía catalana tal y como la conocemos hoy en día tiene multitud de orígenes. Se conocen las culturas de procedencia de varios de nuestros productos, siendo la romana la más importante, pero las técnicas y las recetas son algo más difíciles de adjudicar a quien se las debemos.
Sin embargo, hay casos en los que sí conocemos con seguridad su procedencia 100% catalana, sin influencias externas. La esqueixada es un buen ejemplo, ya que sabemos que es una receta originaria de Cataluña, sin embargo su autor, la primera persona que decidió mezclar todos esos ingredientes de esa forma, nos es desconocido.
El reconocido cocinero Ferran Adrià dice que las grandes invenciones son aquellas de las cuales se desconoce su autor “el gran invento no es hacer una tortilla de patatas, el gran invento es la tortilla, ¿y quién la inventó? A mí me encantaría que una de mis ideas se incorporara a la cotidianidad y que el día de mañana se continuara haciendo aunque nadie supiera a quien se le ocurrió primero.”
De esta forma hay algo que sí tenemos claro, y es que sepamos o no su origen exacto, nuestra gastronomía es una de las más exquisitas del mundo. Pruébala en el mejor ambiente en El Jardí de l’Àpat.
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