Si vives en Cataluña, o la has visitado alguna vez, seguro que has escuchado hablar sobre los calçots, uno de los platos más típicos de la zona. ¿Pero qué son exactamente? Se trata de una variedad de cebolla que proviene de la parte interior de Cataluña, la costumbre es hacerla a la brasa y se suelen servir acompañadas de salsa salvitxada, salsa romesco o xató.
Existen dudas sobre cómo y cuándo se comenzaron a preparar los calçots. Una teoría muy extendida sobre el descubrimiento de este famoso producto habla de un campesino catalán, que a finales del siglo diecinueve quemó por error unas cebollas. En vez de tirarlas, decidió quitar las partes quemadas y aprovechar lo que quedaba de ellas. Entonces se dio cuenta de que la parte interior era muy jugosa y sabrosa.
También existe otra teoría que sitúa la aparición de los calçots en la época árabe, en la provincia de Lleida.
El origen del nombre es una referencia a la forma en que se acumula la tierra sobre la cebolla para conseguir que el tallo tenga esa longitud característica. Esto se conoce como “calzar la tierra”.
Una de las ventajas de este producto es que se puede cultivar en cualquier tipo de ambiente. No importa si estas en el interior o en el litoral, hay casos en los que incluso llegan a cultivarlo en unas clásicas macetas.
A pesar de ser un plato típico de Cataluña, este producto se ha importado a diferentes lugares y podemos disfrutar de él en muchas partes de España.
La temporada de calçots, por norma general, comienza en noviembre y dura hasta abril. Aunque dependiendo del clima, esto puede variar ligeramente. Por ejemplo, en climas muy cálidos los calçots salen antes y por lo tanto aguantan menos. En climas fríos es al contrario. También puede variar según el nivel de lluvia, ya que si llueve demasiado es posible que no se puedan calzar o recoger a tiempo.
Un lugar perfecto para disfrutar de unos buenos calçots es El Jardí de l’Apat, ya que cuenta tanto con menú específico como con plato único. Son una de las recomendaciones del restaurante y se sirven con una deliciosa salsa salvitxada. Además, como segundo plato se elaboran sabrosas carnes y embutidos, aprovechando las brasas de los calçots. No te pierdas las calçotadas, una deliciosa fiesta gastronómica.
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