Cocina Catalana: sus beneficios
¿Quién no se ha deleitado alguna vez con la comida mediterránea? ¿Quién no ha visitado en España restaurantes de cocina catalana? Creo que alguna u otra vez todos hemos probado esos deliciosos platos.
Pero más allá de su exquisitez, esta cocina se destaca por sus múltiples beneficios para la salud. Los ingredientes que predominan en casi todos los platos hacen de estas preparaciones, una dieta equilibrada con productos sanos y frescos como: el aceite de Oliva, el pescado azul o las verduras frescas.
¿Qué beneficios nos proveen estos ingredientes?
ACEITE DE OLIVA
El más sano de todas las variedades es el prensado en frío o llamado también aceite de Oliva Virgen. Utilizarlo trae amplios beneficios para el cuerpo:
l Regula los niveles de colesterol en sangre.
l Ayuda a reducir la hipertensión.
l Mejora las funciones cognitivas y el desarrollo cerebral
l Mejora la función digestiva
PESCADO AZUL
Conocido por ser rico en Omega 3, aporta Calcio, yodo, hierro, Vitamina A, B1, D, E y zinc. Reduce el colesterol llamado “malo” y alimenta el colesterol “bueno”. Esto hace que prevenga algunas enfermedades:
l Soriasis y diferentes dermatitis
l Es bueno para quienes tienen colitis ulcerativa
l Excelente para la artritis reumatoidea
VERDURAS FRESCAS
Los beneficios son tantos que no alcanzaría una nota para nombrarlos a todos, pero aquí dejamos algunos de ellos:
l Mejoran la digestión
l Aromatizan y dan color a las comidas
l Aportan vitaminas, minerales y fibras
l Ayudan y previenen enfermedades cardiovasculares
l Previene la constipación
¿Qué hacemos si no sabemos cocinarlos?
Pues, no hay de qué preocuparse. Para ello hay restaurantes especializados en cocina catalana. Un lugar dónde comer en Barcelona y en el que poder disfrutar de estos manjares es El Jardí De L’Àpat. Allí su chef nos deleitará con algunos exquisitos platos.
Podríamos comenzar con una Xatonada, una ensalada típica con bacalao fresco y su salsa de atún.
Seguiríamos con un Lenguado a las Brasas acompañado de deliciosas verduras sazonadas con aceite de Oliva, o un pollo con ciruelas y piñones, acompañado de un buen vino blanco.
Por último, degustaríamos la famosa crema catalana. Esa crema pastelera con una fina capa de azúcar caramelizado en su superficie. Un manjar crujiente, la mejor manera para terminar con esta velada.
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